ZEISS PhotoFusion

Lentes fotosensibles, sofisticadas y todoterreno

Lentes fotosensibles, sofisticadas y todoterreno

Imagínese con unas gafas que cubran todas sus necesidades de visión

Y además, sean comodísimas para el día a día. Esto es lo que desea la mayoría de usuarios de gafas. Las lentes fotosensibles con tecnología ZEISS PhotoFusion cumplirán su deseo: se adaptan a los cambios de luz en un abrir y cerrar de ojos, se oscurecen y aclaran rápidamente y ofrecen una gran comodidad visual. Disfrute de una visión nítida en todo momento sin molestias y sin cambiar de gafas. Por eso, son perfectas para practicar deporte y para viajar, y para aquellas personas que son más sensibles a la luz, como los niños.

Disfrutará de una visión óptima sin tener que renunciar a la estética, porque las lentes fotosensibles están disponibles en colores tan de moda como el gris o el marrón.

Por supuesto, las lentes fotosensibles con tecnología ZEISS PhotoFusion ofrecen protección 100% contra las radiaciones UVA y UVB en todas las tonalidades.

El secreto de PhotoFusion

Sus moléculas fotosensibles están siempre activas. Las partículas sensibles a la luz permiten que la lente muestre su extraordinaria capacidad: bajo el sol, la superficie de estas moléculas fotoactivas aumenta, provocando el oscurecimiento de la lente, y crece más cuanto más intensos son los rayos solares ultravioleta. De este modo, la intensidad del tono de la lente se adapta para una visión cómoda, independientemente de la luz que haya. Cuando se está en un lugar cerrado o con muy poca radiación ultravioleta, las moléculas «se repliegan» de nuevo y las lentes se aclaran para disfrutar de una visión óptima en interiores.

La base de esta transformación es una sencilla reacción química que fue descubierta en los años 60 y que ha ido mejorando constantemente hasta la fecha. La calidad de las lentes fotosensibles depende de la velocidad a la que las moléculas reaccionan; y las nuestras son rápidas: Las lentes ZEISS PhotoFusion se oscurecen en un intervalo de solo 15 a 30 segundos al exponerse al sol o a una luz intensa. Y en lugares cerrados, se vuelven a aclarar completamente en unos 5 a 10 minutos.